Alli entre sus calles, comercios, viviendas, me tope con un pequeño cafe, llamado Cafe Voltaire en la Stoofstraat 6. Tiene un aire magico que a mi en particular me encanto, aparte de lo original, y la variedad de colores, te atienden con amor. Alli aproveche y me tome un capucchino que estaba demasiado bueno! tienen unas cajitas de galletas, tipicas holandesas, por lo que pude indagar a pesar de lo pequeño del lugar sirven cenas dos dias a la semana.
Si algun dia estan por esta ciudad, pasen por aqui que es de lo mas acogedor.